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FUNDAMENTOS ACT (Capitulo sin editar ACT Made Simple/ House of ACT- Russ Harris

The House of ACT/ La casa de ACT


Nota de Russ Harris: El capítulo 3 de mi libro “ACT Made Simple” se titula “The House of ACT”. En el texto del libro, gran parte del capítulo fue eliminado porque se consideró muy complejo y porque nos faltó espacio. Aquí está el capítulo original en su versión no editada. Si estás interesado/a en conocer un poco más sobre el Análisis conductual aplicado y la Teoría del Marco Relacional (RFT), encontrarás éste un buen lugar para comenzar (eso espero).

THE HOUSE OF ACT: CONTEXTUALISMO FUNCIONAL, ABA Y RFT

¿Qué te tomó tanto tiempo, ACT?

¿Por qué tomó tanto tiempo a la Terapia de aceptación y compromiso ACT en llegar a ser popular, dado que ya desde 1986 habían ensayos clínicos aleatorizados mostrando ser equivalente o superior a la Terapia Cognitiva conductual TCC para el tratamiento de depresión?
 Aquí la respuesta de Steve Hayes a esa pregunta:
“Si ACT hubiera sido popular hace 20 años, no hubiera resistido el escrutinio. El modelo en ese entonces no estaba bien desarrollado y su base era débil... Estábamos dispuestos a gastar años en filosofía, teoría básica, teoría aplicada y mediciones antes incluso de publicar el enfoque en forma de libro (en 1999)... Porque esperamos y trabajamos en los fundamentos, ahora cuando la gente revisa capa a capa, pueden ver cuánto trabajo se ha hecho sobre los fundamentos. "(Hayes, 2008 a.)
Como resultado de todo este trabajo fundamental, ACT es hoy como el último piso de una fabulosa mansión de 3 pisos. En el siguiente piso se encuentra la teoría del marco relacional, RFT, que es una Teoría conductual del lenguaje humano y la cognición. Luego en la planta baja se encuentra el análisis conductual aplicado, ABA: un modelo poderoso para predecir e influir en la conducta, que ha tenido un enorme impacto en casi todas las ramas de la psicología moderna. Y el suelo sobre el que descansa toda la mansión está la filosofía llamada Contextualismo funcional.
Mientras que el resto de este libro está centrado principalmente en ACT, en este capítulo vamos a dar una mirada hacia ABA, RFT y FC. No puedo hacer justicia a ninguno de estos temas en un capítulo breve, así que sólo daré algunos "degustadores", con la esperanza de abrirles el apetito para explorar más.
(Espero que cualquier purista que lea este libro me perdone por el lenguaje "suelto" que uso aquí).
Antes de seguir leyendo, un recordatorio rápido; ACT es cómo manejar tu auto, mientras que RFT, ABA, y FC serian cómo funciona el motor del auto. Puedes conducir bien sin saber nada sobre el motor; por lo tanto, hay muchos buenos terapeutas ACT que saben poco o nada de RFT, ABA y FC. Sin embargo, si conoces algo sobre el motor, estarás mejor equipado y preparado si tu auto se descompone. No es sorprendente, entonces, que muchos de los terapeutas ACT informan que se vuelven más efectivos a medida que aprenden más acerca de RFT, ABA y FC. Entonces, aunque ninguna de las cosas en este capítulo es esencial para practicar ACT, espero que te estimule a explorar más. (Una palabra de advertencia: hay mucha jerga en este capítulo. Por favor, no dejes que eso te desanime. No tienes que recordarlo, y después de esto, el resto del libro está prácticamente libre de jerga).

Contextualismo funcional

Comencemos desde abajo, con el contextualismo funcional: la filosofía subyacente de ABA, RFT y ACT. Me gustaría que imagines una silla con cuatro patas. Imagina que algo le sucedió a esta silla, de modo que en el momento en que alguien se sienta en ella, una de las patas se cae. ¿Describirías esta silla como “rota” "defectuosa" o "dañada"? ¿La llamarías una “silla disfuncional”, o incluso una “silla inadaptada”? He hecho esta pregunta a muchos cientos de terapeutas, y siempre responden “sí” al menos a una de los anteriores.
El problema es que esta respuesta instintiva: "Sí, hay algo mal, defectuoso o defectuoso en el silla " no toma en cuenta el papel tan importante del contexto. Así que los invito ahora a pensar lateralmente: pensar en al menos tres o cuatro contextos en los que podríamos decir que esta silla funciona de manera muy efectiva para nuestros propósitos.
¿Pensaste en algo? Aquí hay algunos ejemplos:
• Jugar una broma pesada
• Crear una exposición de arte de muebles rotos
• Ser accesorio para el acto de un payaso o un espectáculo de comedia
• Demostración sobre defectos de diseño en una clase de fabricación de muebles
• Mejora el equilibrio, la coordinación y la fuerza muscular (es decir, intentar no caerse).
• Esperar lastimarte en el trabajo para obtener una compensación de reclamo
En todos estos contextos, esta silla funciona muy eficazmente para nuestros propósitos. Este ejemplo ilustra cómo el contextualismo funcional obtiene su nombre: las cosas tienen una función en contextos específicos. Desde el punto de vista de FC, ningún pensamiento, sentimiento o recuerdo es intrínsecamente problemático, disfuncional o patológico: más bien, todo depende del contexto. En un contexto que incluye fusión cognitiva y evitación experiencial, nuestros pensamientos, sentimientos y recuerdos a menudo funcionan de una manera que es tóxica, dañina o que distorsiona la vida. Sin embargo, en un contexto que incluye la defusión y la aceptación (es decir, atención plena) esos mismos pensamientos, sentimientos y recuerdos funcionan de manera muy diferente: tienen mucho menos impacto e influencia sobre nosotros. Continúan siendo dolorosos, pero ya no son tóxicos, ni dañinos, pero lo más importante es no nos detienen para alcanzar una vida valiosa.
La mayoría de los modelos de psicología se basan en una filosofía llamada "mecanicismo". Los modelos mecanicistas tratan la mente como si fuera una máquina compuesta de varias partes separadas. Los pensamientos o sentimientos "Problemáticos" son vistos como partes defectuosas de la máquina, o errores en la estructura de la máquina. El objetivo en estos modelos es reparar, reemplazar o eliminar estas piezas defectuosas, para que la máquina pueda funcionar normalmente. Los modelos mecanicistas de psicología suponen que hay pensamientos, sentimientos o recuerdos que son inherentemente "disfuncionales", "inadaptados" o "patológicos". En otras palabras, hay recuerdos, pensamientos, sentimientos, emociones, impulsos, esquemas, narrativas, estados del ego, creencias centrales, etc., que son fundamentalmente problemáticos disfuncionales o patológicos; y al igual que una "silla defectuosa", deben ser reparadas o removidas.
El mecanicismo ha sido la filosofía de la ciencia más exitosa en la mayoría de los campos científicos, por lo que no es sorprendente que la mayoría de los modelos en psicología se basan en algún tipo de filosofía mecanicista. Y no hay nada "incorrecto" o "malo" o "inferior" o "básico" en el mecanicismo. Simplemente enfatizo que el contextualismo funcional es una filosofía radicalmente diferente al enfoque o corriente principal, y conduce naturalmente a una forma diferente de hacer terapia.
¿Bienes dañados?
Nuestros clientes a menudo acuden a la terapia con ideas mecanicistas. Ellos creen que están defectuosos, y necesitan ser arreglados o reparados. A veces incluso se refieren a ellos mismos como "bienes dañados". A menudo creen que les faltan componentes importantes: como "confianza" o "autoestima". O creen que tienen partes defectuosas que necesitan ser eliminadas, como sentimientos de ansiedad, pensamientos negativos o recuerdos dolorosos. Muchos de los modelos mecanicistas refuerzan fácilmente estas nociones, a través de dos procesos:
i) Usan palabras que implican que tenemos componentes defectuosos o dañados en nuestra mente - por ejemplo- términos como "disfuncional", "desadaptativo", "irracional" o "negativo";
ii) Utilizan una amplia variedad de herramientas y técnicas diseñadas para reducir, reemplazar o eliminar estos pensamientos y sentimientos no deseados (generalmente en el supuesto de que esto es un paso esencial para mejorar la calidad de vida).
En ACT, nuestra actitud es muy diferente. No nos proponemos reducir o eliminar los "síntomas"; en vez de ello, buscamos fundamentalmente transformar la relación del cliente con sus pensamientos y sentimientos, de manera que ya no sean percibidos como "síntomas". Después de todo, en el momento en que etiquetamos un pensamiento o sentimiento como un "síntoma", implica que es "malo", "dañino", "anormal" y por lo tanto, tenemos que deshacernos de ellos para ser normales y saludables. Esta actitud nos prepara fácilmente para luchar con nuestros propios pensamientos y sentimientos, una lucha que a menudo tiene consecuencias desastrosas.
Supongamos que hay una planta que juzgas como "fea", creciendo justo en el centro de tu jardín. Y supongamos que no hay forma de deshacerte de ella sin destruir todo tu jardín. (Puedes estar pensando, "pero debe haber alguna manera de deshacerme de ella. Si es así, sólo regresa un minuto y haz el caso hipotético: imagina, para los fines de este ejercicio, que no puedes deshacerte de esta planta sin destruir tu jardín.) Ahora si ves esta planta como una "hierba mala", ¿qué es más probable que suceda con tu relación? Es probable que no te guste, y que no lo quieras allí. Y es posible que te sientas molesto y enojado por ello. Podrías perder fácilmente mucho tiempo pensando cuánto mejor se vería tu jardín sin eso. Quizás dudes en dejar entrar a la gente a tu jardín, por temor a que te juzguen por eso. Incluso tal vez podrías comenzar a salir por la parte posterior de tu casa, para no tener que mirar esta "hierba fea". En otras palabras, esta "hierba mala" se ha convertido en una algo MUY IMPORTANTE EN TU VIDA - tanto, que ahora tiene un impacto significativo en tu conducta.
Pero, ¿qué sucede si, en lugar de ver esa planta como una “hierba mala”, la ves como un simple desafortunado hecho de la vida: una parte natural del entorno nativo; un ejemplo común de Flora indígena americana? Ahora es la misma planta, en el mismo lugar, pero tu relación con ella ha cambiado fundamentalmente. Ahora ya no tienes que luchar con eso. Ahora ya no necesitas estar molesto o avergonzado, o perder tanto tiempo pensando en ella. Ahora puedes dejar entrar a la gente a tu jardín sin dudarlo y puedes ir por el frente de la casa. La planta en sí no ha cambiado, pero ya no la conviertes en algo MUY IMPORTANTE EN TU VIDA. Ahora tiene mucho menos impacto o influencia sobre ti.
La atención plena o Mindfulness, nos permite hacer un cambio de actitud similar hacia todos esos pensamientos, sentimientos, sensaciones y recuerdos que juzgamos fácilmente como "problemáticos"; nos permite elegir la relación que tenemos con ellos. Al cambiar el contexto de la fusión y evitación al contexto aceptación y defusión (es decir, atención plena), alteramos la función de aquellos pensamientos y sentimientos, por lo que tienen mucho menos impacto e influencia sobre nosotros. En un contexto de mindfulness ya no son "síntomas" o "problemas" o "cosas que nos impiden vivir" una vida significativa y plena "; no son más ni menos que pensamientos, sentimientos, sensaciones, recuerdos, y así sucesivamente.
En cierto sentido, la atención plena es la última herramienta de reformulación: mueve todos estos pensamientos y sentimientos dolorosos los sentimientos del marco antiguo de "síntomas patológicos anormales que son obstáculos para un vida significativa y plena "en el nuevo marco de "experiencias humanas normales que son partes naturales de una vida significativa y plena".
¿Cuál es el objetivo del Contextualismo Funcional?
El objetivo de FC es predecir e influir en la conducta, con precisión y eficacia, utilizando principios soportados empíricamente. ¿Y cuál es el propósito de predecir e influir en la conducta? En ACT, el propósito es específicamente ayudar a los seres humanos a vivir plenos, completos y significativos; que permitan la conciencia plena y una vida guidada por valores. Por lo tanto, ACT enseña a las personas a aumentar la conciencia de su propia conducta (tanto pública como privada), y observar cómo funciona en el contexto de su vida: ¿mejora su calidad de vida o la disminuye? Puedes recordar que en ACT, nosotros nos referimos a este concepto como "Workability".
Ahora tomemos un momento para revisar la palabra "función". Es un término técnico (no uno que usarías con los clientes) que encontrarás en la mayoría de textos sobre ACT. Cuando preguntamos, "¿Cuál es la función de esta conducta? " queremos decir" ¿Qué efectos tiene esta conducta? ¿Cuáles son las consecuencias? En otras palabras, nos preguntamos" ¿Para qué sirve esta conducta? ¿Qué pretende lograr?
Para aclarar esto, imagina a cinco personas diferentes, en cinco situaciones diferentes, cada una haciéndose cortes en su antebrazo con un cuchillo afilado. Ahora mira si puedes encontrar cinco posibles funciones para este comportamiento.
* * *
Aquí hay algunas posibilidades:
• Llamar la atención
• Autocastigo
• Liberación de tensión
• Distracción de emociones dolorosas
• Creando arte corporal
• Intentos de sentir algo si está "totalmente insensible"
• Intentos de ingresar al hospital
Observe que en todos estos escenarios la forma de la conducta es la misma: cortes en el brazo, pero la función de la conducta (el propósito al que sirve) es diferente.
Ahora, supongamos que tu compañero está perdido en sus pensamientos, y tu propósito es obtener su atención; piense en cinco formas diferentes de conducta que puedan lograr esto.
* * *
Aquí hay algunas ideas:
• Agitarlo
• Gritar "Hola, ¿hay alguien allí?"
• Vierta una taza de agua sobre su cabeza
• Golpe fuerte en algunos muebles
• Diga: "Cariño, ¿puedo llamar tu atención por un momento, por favor?"
En este ejemplo, puedes ver que diferentes formas de conducta todas tienen la misma función: Sirven para llamar la atención. En el contextualismo funcional estamos interesados en la función de una conducta, más que la forma de ella. Pero ten en cuenta que, sólo podemos conocer la función de una conducta si conocemos el contexto en el que ocurre. Si alguien levanta su brazo en el aire, ¿a que objetivo responde? Están en una sala de conferencias, haciendo una pregunta? ¿Están apuntando en dirección a un avión en el cielo? ¿O tal vez están tratando de tomar un taxi?
Sin conocer el contexto, no podemos conocer la función de la conducta, y viceversa. Y eso nos lleva a otra pregunta: ¿qué queremos decir con "conducta"?
Un término malentendido: "Conductismo"
Cuando descubrí ACT por primera vez, no podía creer que el modelo surgiera del conductismo. Yo pensaba que los conductistas trataban a los humanos como robots o ratas; que no tenían interés en los pensamientos y sentimientos, y que los consideraba irrelevantes y sin importancia. Bueno, yo estaba equivocado!.Pronto
descubrí que hay diversas y diferentes escuelas de conductismo, y algunas de ellas tienen ideas que son directamente contrarias a los elementos esenciales de ACT y RFT. ACT proviene de una rama conocida, de forma desafortunadamente, como "conductismo radical". Pero no dejes que el nombre te desanime. Los conductistas radicales están en un equipo de combate, armados con rifles de asalto. Los conductistas radicales obtienen su nombre debido a su visión radical de la conducta: consideran que todo lo que hace un organismo es conducta. Sí, leíste correctamente: todo lo que hace un organismo es conducta. Por lo tanto, para un conductista radical, procesos como pensar, sentir y recordar son todas formas de conducta, y todas son igual de importantes.
Los conductistas radicales hablan de dos amplios dominios de conducta. Un dominio es la conducta “pública”, es decir, conductas que pueden ser observadas directamente por otros (siempre que estén presentes para presenciarlo). Por lo tanto, si vemos un video de ti, lo que sea que pudimos verte hacer o escucharte decir sería una conducta pública. En el lenguaje cotidiano, comúnmente nos referimos a estos conductas públicas como "acciones". El otro ámbito es la conducta "privada", es decir, la conducta que sólo puede ser observada directamente por la persona que lo hace: pensar, sentir, recordar, fantasear, preocuparse, saborear, oler, etc. Los conductistas radicales están muy interesados en estos dos ámbitos de la conducta
El conductismo ha tenido un profundo impacto en la psicología clínica. A través de estudios científicos rigurosos, los conductistas descubrieron una amplia gama de poderosos métodos para influenciar efectivamente en la conducta humana (tanto pública como privada): métodos que incluyen la exposición, refuerzo, moldeamiento, extinción y condicionamiento clásico y operante. Muchos modelos de terapia han sido extremadamente influenciados por estas ideas, aunque muchos no lo reconocen, o incluso no se dan cuenta. De hecho, es difícil imaginar un terapeuta o entrenador efectivo que no utiliza al menos algunos de estos principios básicos, dado que han demostrado ser eficaces para facilitar el cambio de conducta.
Muchas de estas ideas también han sido enormemente influyentes en la vida cotidiana. Por ejemplo, en programas de liderazgo empresarial, se aconseja a los gerentes que tomen a sus compañeros de trabajo "haciendo algo correcto "y sinceramente alabarlos por ello. Del mismo modo, en los programas de crianza positiva, se les aconseja a los padres que se den cuenta activamente cuando sus hijos se comportan bien, y activamente recompensarlos por ello de alguna manera. Este buen consejo se basa en el poderoso comportamiento principio de refuerzo positivo.
Las tres olas del conductismo
Hubo tres "olas" de terapias conductuales en el último siglo. La "primera ola", que alcanzó su pico de popularidad en los años cincuenta y sesenta, se centró principalmente en la cambio de conducta y técnicas utilizadas relacionadas con los principios de condicionamiento operante y clásico. (Muchos practicantes en esta primera ola no le dieron mucha importancia a los pensamientos y sentimientos Desafortunadamente, esto llevó a que todos los conductistas sean tratados con el mismo pincel, fueron acusados de tratar a los humanos como ratas o robots). La "segunda ola" del conductismo, que despegó en los años setenta, incluyó intervenciones cognitivas como una estrategia clave en el cambio del comportamiento. La "segunda ola" particularmente puso un gran énfasis en desafiar o disputar pensamientos irracionales, disfuncionales, negativos o erróneos, y reemplazándolos con más pensamientos racionales, funcionales, positivos o realistas. Terapia de comportamiento cognitivo (TCC) finalmente llegó a dominar esta "segunda ola", seguida de cerca por Rational Emotive Terapia del comportamiento (TREC).
ACT es una de las denominadas "tercera ola" de terapias conductuales, junto con Terapia Dialéctica de Conducta (DBT), terapia cognitiva basada en la atención plena (TCAM), funcional Psicoterapia analítica (FAP) y varias otras, todas las cuales ponen un gran énfasis en aceptación y atención plena Y ahora que el recorrido histórico está terminado, exploremos el planta baja de la mansión ACT: ABA.


ABA: Análisis Conductual Aplicado


ABA es una poderosa tecnología para influir y predecir la conducta, basado en los principios básicos de conducta y la teoría del aprendizaje. En este capítulo, sólo tenemos tiempo para dar una mirada breve a una de las herramientas más poderosas en ABA: "El análisis funcional de la conducta". Esto significa que miramos una conducta y analizamos su función. En otras palabras, preguntamos "¿Cuál es el propósito?¿Para qué sirve esta conducta? "Hay una fórmula simple de ABC que nos ayuda a hacer esto: Antecedente - Conducta-Consecuencia.
La A es para los antecedentes: "¿Lo que sucede antes de la conducta que juega un papel importante en influenciarlo?"O para decirlo de otra manera," ¿En presencia de qué ocurre esta conducta?". Los antecedentes pueden incluir pensamientos, sentimientos, recuerdos u otras experiencias privadas, más estados físicos como enfermedad, hambre o fatiga, además de factores ambientales, como la disponibilidad de drogas o alcohol El B es por conducta, específicamente, la conducta que estamos analizando. La C es por las consecuencias de la conducta: "¿Qué efectos tiene este comportamiento? en sí mismo, en otros, o el medio ambiente?¿Qué sucede como resultado de esta conducta? "Cuando conocemos la A y la C, podemos determinar la función de la conducta (es decir, el efecto de la misma, o el propósito de esta). Aquí hay un ejemplo simple de un análisis ABC:
Antecedentes: sentimientos de ansiedad y tristeza, pensamientos "soy un perdedor" y "la vida apesta ", factores ambientales incluyen un televisor, una nevera llena de cerveza y estar solo.
Conducta: mira TV y bebe grandes cantidades de cerveza hasta que se queda dormido e intoxicado.
Consecuencias: a) corto plazo: alivio de pensamientos y sentimientos dolorosos b) a largo plazo: daño en la salud física, aumenta el dolor emocional
En ACT, con frecuencia les pedimos a nuestros clientes que realicen un análisis ABC de una conducta problemática, como un primer paso para cambiarlo. Sin embargo, no usamos términos técnicos. Aquí hay un ejemplo de cómo podría ser un análisis funcional de la conducta, en la práctica:
Terapeuta: Entonces estás solo en casa, sintiéndote miserable, y tu mente comienza a decirte "Soy un perdedor "(Antecedentes). Entonces, ¿qué pasa?
Cliente: ¿Qué quieres decir?
Terapeuta: Bueno, supongamos que te seguimos con un equipo de cámara y grabamos todo lo que hiciste. ¿Qué se vería en ese video, que me indique que te quedaste enganchado en el pensamiento “Soy un perdedor”?
Cliente: Uhm. Supongo que, bueno, es posible que me veas un momento dando vueltas arriba y abajo, o tal vez echado en el sofá (Conducta).
Terapeuta: ¿Y luego?
Cliente: Uhm. Bueno, entonces me verías ir a la nevera y tomar un poco de cerveza (Conducta).
Terapeuta: ¿Y luego?
Cliente: Bueno, entonces la tomaría (Conducta).
Terapeuta: ¿Y luego?
Cliente: Y luego seguiría tomando hasta desmayarme en el sofá (Consecuencia).
Terapeuta: ¿Y eso hace que te deshagas de todos los pensamientos y sentimientos dolorosos?
Cliente: Sí desaparecen, mientras estoy borracho
Terapeuta: Bien, entonces emborracharte hace que te sientas mejor por un momento (Consecuencia - corto plazo). ¿Cómo te sientes a la mañana siguiente?
Cliente: ¡como mierda! (Consecuencia a largo plazo)
Terapeuta: ¿Resaca?
Cliente: Ohhh, sí! Una verdadera resaca!
Terapeuta: ¿Y esos pensamientos, "soy un perdedor", "la vida apesta", etc., vuelven?
Cliente: Oh sí. Vuelven incluso peor que antes. (Consecuencia a largo plazo)
Terapeuta: Entonces, ¿no es interesante? Te sientes miserable, tu mente te llama perdedor (Antecedentes), así que decides emborracharte (Conducta). Y a corto plazo, eso te brinda cierto alivio de esos pensamientos y sentimientos dolorosos (Consecuencias a corto plazo). Pero a largo plazo, en realidad te hace sentir peor que antes (Consecuencias a largo plazo).
En el ejemplo anterior, el análisis ABC muestra claramente la función de la conducta: proporcionar alivio de los pensamientos y sentimientos dolorosos. O para ponerlo en terminología ACT, el consumo de alcohol de este cliente está motivado por la evitación experiencial.
Conocer el ABC de una conducta nos da mucho para trabajar. Por lo tanto, con el ejemplo anterior, podríamos trabajar para responder de manera diferente a los pensamientos y sentimientos antecedentes, utilizando la defusión y la aceptación. O podríamos eliminar un antecedente ambiental: por ejemplo, podríamos asegurarnos de que no haya cerveza en la casa. Alternativamente, podríamos centrarnos en las consecuencias. Por ejemplo, podríamos presentar al cliente la noción de viabilidad: "En el corto plazo, emborracharte te hace sentir un poco mejor, pero a la larga, ¿funciona para mejorar y enriquecer tu vida? ¿Lleva tu vida en la dirección que quieres?
Luego podríamos explorar y aclarar los valores del cliente, y hacer que se le ocurran algunas actividades más coherentes con sus valores para hacer en las noches, en lugar de beber para olvidar, p.ej. asistir a una clase nocturna o jugar tenis. Con suerte, los valores del cliente ahora se convierten en antecedentes para un conducta nueva y más efectiva, es decir, uno que tenga mejores consecuencias para su vida que la anterior. Idealmente, el cliente será recompensado por las consecuencias positivas de su nueva conducta y esto aumentará las posibilidades de que lo haga más en el futuro (es decir, refuerzo positivo).
A medida que leas las transcripciones de terapia en este libro, veras que hay una gran cantidad de análisis funcional de la conducta. Es más obvio cuando comenzamos a hablar de Workability. Por supuesto, hay mucho más en ABA que esto, pero desafortunadamente, no tenemos tiempo para ello; realmente tenemos que pasar al siguiente piso.

 

RFT: Teoría del Marco Relacional


Mi suegra es del sur de Italia, y ella cultiva las frutas más sorprendentes y vegetales. Recuerdo la primera vez que me dio uno de sus limones: enorme, reluciente, brillante amarillo dorado, como el sol. Y un aroma tan delicioso y ácido. Y mientras corría mis dedos suavemente sobre la piel, podía sentir cada pequeño hoyuelo en la superficie. Tomé ese limón, lo corté por la mitad, lo sostuve, abrí mi boca, y saqué el jugo de limón fresco, justo en la punta de la lengua.
Al leer el párrafo anterior, ¿qué apareció para psicológicamente? "viste un limón, o "oliste", "tocaste" o "probaste"? ¿Tu boca salivo un poco? Solo di la palabra "Limón" para ti, y observa lo que aparece psicológicamente, en forma de imágenes, olores, sabores, recuerdos, emociones, palabras. Por favor hazlo ahora, antes de seguir leyendo. ¿Qué apareció para ti? ¿Olores? ¿sabores? ¿Textura? ¿Color? ¿Limonada? ¿Tarta de limón?¿Pastel de limón? ¿Árboles de limón? ¿Recuerdos, sentimientos o pensamientos sobre los limones? Un limón entero, o una rebanada? En RFT, nos referimos a todas estas experiencias privadas como "eventos". Entonces cuando hablamos de un "evento", nos referimos a cualquier experiencia privada que un ser humano pueda tener: un pensamiento, un sentimiento, un recuerdo o cualquier cosa que vea, oiga, toque, pruebe o huela. Por lo tanto, cada vez que veas o escuches o pienses en la palabra "limón", eso es un evento. Y cuando hueles el aroma de un limón, o pruebas un limón, esos también son eventos. En el ejercicio anterior, descubriste que la palabra "limón" está relacionada con muchos eventos diferentes, como sabores, olores, sensaciones, recuerdos, pensamientos e imágenes.
Limones, limones, limones
Ahora intentemos algo más: diga la palabra "limón" en voz alta, una y otra y otra vez, lo más rápido que puedas, durante treinta segundos. (NB: Tienes que hacer esto en voz alta o no funcionará. Entonces, si estás leyendo esto en un avión, ve al baño y pruébalo antes de continuar leyendo) Al hacer esto, observe lo que sucede.
* * *
Para casi todos, dentro de los treinta segundos de repetición, la palabra pierde todo su significado.
En cambio, se convierte en un sonido extraño: li-món. Al mismo tiempo, todas las imágenes, sabores, olores, pensamientos y recuerdos que anteriormente estaban relacionados con este sonido, desaparecen. (Este ejercicio es conocido como la Repetición de Titchener, nombrada así por el psicólogo que la inventó: Titchener, E.B. 1916).
Cuando eras un bebé o un niño pequeño, las primeras veces escuchaste el sonido li-món era bastante parecido a tu experiencia en el último ejercicio. En ese momento de tu vida, li-món no tenía sentido para ti; era simplemente un sonido que podías escuchar; y no podías relacionar ese sonido a otros eventos, como el sabor, el olor, la textura, la forma o el color de esa fruta.
Entonces, ¿qué pasó, entre hoy y ese entonces? Hace años, li-món era solo un ruido. Pero ahora relacionas el sonido li-món con muchos otros eventos; se ha convertido en parte de una vasto red relacional que incluye no sólo olores, sabores, texturas y colores de los limones, sino también pensamientos, imágenes, sentimientos y recuerdos sobre limonada, pasteles de limón, limoneros, limones enteros, limones rebanados, limones de plástico, etc. ¿Cómo aprendiste a hacer eso? RFT proporciona las respuestas.
Aprendiendo el lenguaje
Desde el momento en que naces, las personas con las que vives comienzan a enseñarte cómo usar su lenguaje. Inicialmente, lo hacen hablando contigo lo que te familiariza con los sonidos de este lenguaje. Luego, a medida que creces, te alientan a que hagas tus propios sonidos similares.
Inicialmente, estos sonidos se relacionan con el mundo que está fuera de ti, p. ej. "Mamá" y "Papá" y "Biberón". Sin embargo, pronto aprendes a relacionar estos sonidos con el mundo que hay dentro de ti: gustos, olores, sentimientos, sensaciones y deseos (por ejemplo, "hambriento", "sediento", "delicioso", "feo, wacala", "herido", "Quiero", "no quiero", "sí", "no").
Y no sólo te anima a imitar los sonidos; también gestos y expresiones faciales, p. ej. arrugar tu cara cuando algo sabe "feo", o aplaudir con tus manos para mostrar aprobación. Al mismo tiempo, mediante el uso de libros, dibujos y fotografías, te enseñan a relacionar imágenes con tu experiencia: p.ej, te enseñan a relacionar una imagen de un perro a un perro real, o una imagen de un niño llorando con tus propios sentimientos de tristeza.
Por supuesto, muchos animales son capaces de relacionar los eventos de esta manera. Por ejemplo, algunos especies de monos naturalmente hacen más de veinte gritos de advertencia diferentes, es decir, diferentes sonidos que se relacionan con formas específicas de peligro, desde águilas a leopardos o hasta fuego. Del mismo modo, puedes enseñar fácilmente a tu perro que el sonido "vamos" se relaciona con ir a caminar, o el sonido "din din "se refiere a la cena servida. Pero alrededor de la edad de 14 a 16 meses, el lenguaje humano comienza a diferir fundamentalmente del lenguaje de todos los demás animales. ¿Cómo es eso? Porque los humanos aprenden a hacer algo llamado "derivar relaciones". Me doy cuenta de que esto no suena demasiado emocionante, pero te insto a seguir leyendo de todos modos. Al final del capítulo, verás cómo esto es clínicamente relevante.
Derivar relaciones: ¿qué significa eso realmente?
Estoy a punto de enseñarte dos hechos absolutamente fascinantes.
Hecho 1: La palabra francesa para limón es "citron".
Hecho 2: La palabra finlandesa para "limón" es "sitruuna".
Ahora te he enseñado directamente dos relaciones simples: 1) limón => citron; 2) citron => sitruuna. De estas dos relaciones directamente entrenadas, ahora puede derivar cuatro relaciones más, sin más entrenamiento de mi parte. No tomes mi palabra, compruébalo por ti mismo; responde a estas cuatro preguntas:
¿Cuál es la palabra finlandesa para limón?
¿Cuál es la palabra francesa para sitruuna?
¿Cuál es la palabra en español para sitruuna?
¿Cuál es la palabra en español para citron?
¿Ves? Solo te enseñé directamente dos relaciones, pero obtuviste cuatro adicionales. Probablemente ahora estás pensando: "¿Y qué? ¿Cuál es el problema? "Y eso no es sorprendente, porque nuestra habilidad para derivar estas relaciones parece tan ridículamente fácil, generalmente la tomamos por concedido. Por ejemplo, si te digo que un canguro es más grande que un wombat, al instante deriva que un wombat es más pequeño que un canguro. Si te digo que Max es mi hijo, tú deduces instantáneamente que soy el padre de Max. Derivar estas relaciones parece tan natural y espontáneo, es difícil imaginar que podría ser de otra manera. Sin embargo, solo tienes la capacidad de hacer esto porque cuando eras un niño pequeño, los humanos en tu grupo social te dieron bastante entrenamiento en cómo hacerlo. (Entonces, si hubieras sido criado por lobos, como Mowgli en El libro de la selva, o criado por monos como Tarzán, no hubieras podido nunca desarrollar la capacidad para hacer esto, y hubieras crecido, según los estándares humanos, con retraso mental severo)
Aquí hay un ejemplo de cómo sucede este entrenamiento. Supongamos que Johnny tiene doce meses, por lo que aún no ha aprendido a derivar relaciones. Un día, mamá le muestra una imagen de tres criaturas mágicas: una sirena, un dragón y un grifo. Johnny nunca antes ha visto alguno de estos animales. Mamá señala al grifo y ella dice: "Esto es un grifo". Puedes decir 'grifo'?"
Johnny dice: "Grifo".
Mamá dice: "Chico inteligente". Ahora ha entrenado directamente a una relación: imagen de un grifo => el sonido "grifo". La próxima mamá dice: "Muéstrame el grifo".
En este punto de su vida, solo hay una probabilidad de uno en tres de que Johnny apunte al grifo; es igualmente probable que señale al dragón o la sirena. Si por casualidad lo hace bien, mamá dice: "Chico inteligente. Eso es un grifo. "Si él se equivoca, ella dice:" No. Este es el grifo".
De cualquier manera, ella está entrenando directamente una segunda relación: el sonido "grifo" => la imagen de un grifo.
Luego, mamá hace lo mismo con el dragón. Primero: "Esto es un 'dragón'. Puedes decir dragón? Chico inteligente. "Entonces:" Ahora muéstrame el dragón". Finalmente si," Es correcto ". Chico inteligente, o “ No”, este es el dragón ". Así que, una vez más, mamá entrena directamente dos relaciones:
1) imagen de un dragón => el sonido "dragón";
2) el sonido "dragón" => imagen de un dragón.
Hasta ahora, tan monótona, pero pronto esta situación cambiará drásticamente. Dentro de dos a cuatro meses, mamá ya no tendrá que darle a Johnny todo este entrenamiento directo en las relaciones. Verás, una vez que los niños humanos alcanzan los catorce a dieciséis meses de edad (suponiendo que hayan tenido una normal educación, con mucha práctica para relacionar los eventos de esta manera), comienzan a derivar espontáneamente las relaciones. Por ejemplo, supongamos que mamá muestra Johnny de 16 meses una imagen de tres animales exóticos que nunca antes había visto: un armadillo, un puercoespín, y un oso hormiguero. Mamá señala al oso hormiguero y dice: "Es un oso hormiguero”. “¿Puedes decir oso hormiguero?"
Johhny dice: "Oso hormiguero".
Mamá dice: “Chico inteligente”. “Ahora muéstrame el oso hormiguero”.
Johnny lo hará con una precisión del 100% para el oso hormiguero, y no para los otros dos animales.
Mamá entrenó directamente que la imagen de un oso hormiguero se relaciona con el sonido "Oso hormiguero" (imagen de un oso hormiguero => el sonido "oso hormiguero") - y Johnny luego espontáneamente deriva que el sonido se relaciona con la imagen (el sonido "oso hormiguero" => imagen de un oso hormiguero).
Esta habilidad de derivar relaciones espontáneamente separa a los humanos de todos los demás animales.
Los no humanos no pueden aprender a derivar espontáneamente las relaciones de esta manera, ni siquiera con una amplia capacitación. Sí, incluso esos inteligentes chimpancés entrenados con lenguaje no pueden hacerlo. (Dugdale y Lowe, 2000).
"Sí, sí, sí", te oigo decir, mientras educadamente tapas un gran bostezo, “Entonces los humanos pueden derivar relaciones y otros animales no pueden. ¿Y qué? ¿Cuál es el gran problema?” Buena pregunta.
¿Cuál es el gran problema?
Tu habilidad para derivar relaciones te permite expandir rápida y dramáticamente tu conocimiento. De catorce a dieciséis meses, derivar relaciones esta limitado a simples reversiones, como en el ejemplo de oso hormiguero (es decir, de aprender directamente A => B se deriva B => A).
Pero alrededor de veintidós a veintisiete meses, los niños aprenden a combinar estas relaciones derivadas (Lipkens, Hayes y Hayes, 1993) y las consecuencias son dramáticas. Para ilustrar esto, aquí hay otro hecho brillante para ti:
Hecho 3: "Limone" es la palabra italiana para limón.
Armado con esta nueva relación (limone => limón), ahora puedes responder todo tipo de preguntas, tales como: ¿Cuál es el en italiano para "sitruuna"?
¿Qué es el italiano para "limón"?
¿Qué es el finlandés para "limone"?
¿Qué es francés para "limone"?
Y así sucesivamente y sucesivamente. Tenga en cuenta que solo te he enseñado directamente tres relaciones, de modo que ahora: 1) limón => citron, 2) citron => sitruuna, y 3) limone => limón. Sin embargo, de estas tres relaciones entrenadas directamente, puedes, mediante la combinación de sus relaciones derivadas, generar unas impresionantes nueve nuevas relaciones sin ningún entrenamiento adicional. Esta habilidad por lo tanto te permite generar rápidamente grandes redes relacionales.
Para insistir en este punto, supongamos que te enseño otra relación:
1) una guayaba es más cara que un limón.
El número de nuevas relaciones que ahora puedes obtener (cuando combinas esto con las anteriores tres en las que te entrené directamente) ¡ahora son dieciséis! Para darte algunos ejemplos: 1) una guayaba es más cara que una sitruuna, 2) una guayaba es más cara que un limone, 3) una cidra es más barata que una guayaba, 4) una sitruuna es más barata que una guayaba.
Puedes haber notado una fórmula aquí. Aprendes directamente 3 relaciones, derivas 9 nuevas; directamente aprende 4 relaciones, deriva 16 nuevas. Si la cantidad de relaciones que aprendes directamente es X, el número que puedes derivar es X al cuadrado. Entonces, si aprendes directamente cien nuevas relaciones, puede derivar diez mil nuevas. Y si aprendes directamente mil nuevas relaciones, ¡entonces puede obtener un millón de nuevas!
Esta capacidad de derivar relaciones, y expandirlas a amplias redes relacionales, es vital e importante para el lenguaje humano y la cognición. Nos permite generar un número infinito de nuevos pensamientos, y aprender todo tipo de cosas sin requerir experiencia directa de ellas. Pero hay una pieza más de este rompecabezas que falta por venir, conocido como – espera un poco – “la transformación de las funciones de estímulo". Sí, sé que suena como algo de Star Trek, pero en realidad no es tan complejo como parece. "Estímulo" simplemente significa cualquier cosa al que el organismo responde. Y cuando hablamos de las "funciones" de un estímulo, nos referimos a "la efectos que este estímulo tiene sobre el organismo que responde a él".
Supongamos que muerdes un limón. (¿Ya estás harto de los limones?) Las funciones de estímulo de ese limón (es decir, los efectos que el limón tiene sobre ti) incluye el sabor y el olor experiencia, la saliva que produce su boca, los movimientos de su lengua y dientes, y la pensamientos y sentimientos que aparecen. Comúnmente usamos la palabra única "funciones", en su lugar del término completo "funciones de estímulo". Entonces, ¿dónde entra el bit de la "transformación"?
Transformación de funciones
Di la palabra "zoobooma" y observe el efecto que tiene sobre ti. No mucho, supongo, excepto tal vez para estimular algo de curiosidad o diversión. El caso es que, probablemente no sepas que una zoobooma es una fruta tropical rara. Un zooboma se ve y sabe notablemente como un limón, excepto que es aproximadamente tres veces más grande. Ahora imagina el siguiente escenario tan vívido como puedas: tomas un zoobooma, la cortas a la mitad, abres bien la boca, y exprimes todo el jugo de esa zoobooma, directamente a tu lengua. Sólo imagina tu boca llena con todo el zumo fresco de zoobooma. Y sigues apretando y exprimiendo esa zoobooma, hasta que tu boca literalmente se desborde.
* * *
¿Qué pasó cuando leíste esas últimas líneas? Es probable que salivaste o que tu lengua hormigueó, o percibió una especie de sabor ácido cítrico en la boca. Entonces la palabra "zoobooma" comenzó a tener algunos efectos similares a los que podría producir un verdadero limón.
Este proceso se conoce como una "transformación de funciones". ¿Por qué? Porque las funciones de la palabra "zoobooma" (es decir, los efectos que tiene sobre ti) se ha transformado (cambiado). La palabra "Zoobooma" ahora tiene algunas de las funciones de un verdadero limón (es decir, te afecta a ti, en algunos grados a como lo haría un verdadero limón).
Por cierto, no existe la zoobooma; Inventé la palabra para los fines del ejercicio. Y como resultado de leer este capítulo, acabas de aumentar la cantidad de eventos en la gran red relacional vinculada a la palabra "limón"; específicamente, has agregado
"Citron", "sitruuna", "limone" y "zoobooma". Y todas estas nuevas palabras ahora tendrán algunas de las funciones de un verdadero limón.

Atando todo junto
Este comportamiento humano único de: a) derivar relaciones entre eventos, b) unirlos en amplias redes relacionales, y c) transferencia de funciones entre eventos relacionados, se conoce en RFT como "marco relacional". RFT propone que el marco relacional es la base del lenguaje y cognición.
¿Y cuál es la relevancia clínica de todo esto? Bueno, de la misma manera en que puedo relacionar la palabra "limón" a un pedazo de fruta, puedo relacionar las palabras "repugnante" y "inútil" para mí mismo. Y en el momento en que lo haga, algunas de las funciones de "repugnante" e "inútil" serán transferidas a mí.
Ahora tomemos otro ejemplo. Las palabras "mi vida" son parte de una gigantesca red relacional. Están relacionadas con innumerables números de eventos, incluidos todo tipo de pensamientos, sentimientos y recuerdos sobre todo, desde mi trabajo y vida social hasta mi salud y familia. Ahora supongamos que relaciono las palabras "horrible" y "sin sentido" con las palabras "mi vida". Mientras hago eso, algunas de las funciones de "horrible" y "sin sentido" se transferirán. Esas funciones se transferirán no sólo a las palabras "mi vida", sino también a cada evento dentro de esa amplia red relacional. Así que ahora, todo en mi vida parece horrible y sin sentido. Definitivamente has notado este tipo de encuadre relacional en sus clientes deprimidos.
En el lenguaje cotidiano, nos referimos al encuadre relacional como "pensar", "cognición", " lenguaje humano "o" la mente". El enmarcado relacional nos da una gran ventaja como especie. Nos permite analizar, hablar, planificar, imaginar, comparar, inventar, resolver problemas, etc. Sin embargo, como discutimos anteriormente, nuestra mente es una espada de doble filo. Una vez que tenemos la capacidad para el enmarcado relacional, es como si tomara vida propia y, a medida que envejecemos, vivimos cada vez más dentro del mundo del lenguaje, y nos alejamos del mundo de la experiencia directa. Y eso, por supuesto, es donde ACT viene a nuestro rescate.

Fin del Tour
Así que ahora volvemos al último piso de la mansión de ACT. Si he despertado tu apetito por más conocimiento, te recomiendo que leas El ABC del Comportamiento Humano: Principios de conducta para el clínico en ejercicio por Jonas Ramnero y Niklas Torneke. Este es un excelente libro que lo guía paso a paso, simple y claramente, a través de los detalles de FC, ABA y RFT, vinculándose todos juntos con ACT a través de numerosos ejemplos clínicos y transcripciones anotadas de la terapia. También hay un tutorial gratuito en línea sobre RFT, disponible en: www.contextualpsychology.org/rft_tutorial
Espero que esta gira no te haya agotado. Si fue así, ¿por qué no tomar un descanso? Reconozcámoslo: lo mereces. Después de todo, acabas de ser fuertemente bombardeado por una gran cantidad de términos técnicos, muchos de los cuales pueden ser nuevos para ti. Y realmente eso no es lo que esperas en un libro llamado "ACT Made Simple". Por lo tanto, descansa confiado: el resto del libro sí cumple con su título. ¡Entonces te veré en el próximo capítulo, después de que hayas descansado!
 

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