Estar ansioso en el ahora
Estar ansioso en el ahoraMaterial extraído de "Things Might Go Terribly, Horribly Wrong", de Kelly Wilson
Traducción: Fabián Maero
Juego: Estar ansioso en el ahora
Materiales: sólo tu imaginación
Dificultad: media
Comienza trayendo a tu mente algo acerca de lo cual te sientas ansioso o te hayas sentido ansioso en los últimos días. Puede ser cualquier cosa: el sentimiento de que no te está yendo bien en el trabajo, la preocupación de que no te va a alcanzar el dinero a fin de mes, la duda persistente de que a las personas con las que almuerzas les caes mal.
Ahora, siéntate con ese pensamiento por un minuto y permítele tomar forma en tu mente. Nota no solo los detalles de eso que podría resultar terrible, horriblemente mal, sino también cómo eso te hace sentir. ¿Sientes un nudo en el estómago? ¿Tu corazón palpita más rápidamente? Conéctate verdaderamente con cómo se siente estar ansioso.
Una vez que tengas en tu mente una imagen clara de aquello respecto a lo cual te estás sintiendo ansioso, y una vez que hayas notado cómo te hace sentir, imagínate que, sin importar qué es lo que sea, está ocurriendo ahora y aquí mismo. Imagínate que, sea lo que sea, lo estás viendo cara a cara ahora mismo.
Digamos, por ejemplo, que estabas pensando acerca de la posibilidad de que le caigas bastante mal a la gente con la cual almuerzas. ¿Cómo se vería eso? Estás sentado en un bar o en un restaurant. Estás bromeando con tus compañeros cuando uno de ellos –llamémosla Bernarda-, deja su sándwich y te mira directo a los ojos: “Escucha, nunca te dije esto antes, pero la verdad es que me caes mal. Y ahora que lo pienso, le caes mal a todos. Todos estos años te hemos tolerado durante el almuerzo sólo para mantener la paz. Pero la verdad es que desearía –y creo que hablo por todos en la mesa cuando digo esto- que te fueras a almorzar a tu escritorio en lugar de estar aquí con nosotros”
Las otras personas en la mesa asienten y murmuran su aprobación. Bernarda se pone de pie y señala la puerta.
Una vez que hayas imaginado que eso sobre lo cual te sientes ansioso está sucediendo ahora mismo, obsérvate larga y detenidamente, a tu mente y tu cuerpo. Nota los pensamientos que pasan por tu mente. Descríbete las sensaciones físicas tan completamente como puedas.
¿Qué notaste? ¿De qué manera fue tu experiencia de la ansiedad –una desgracia que podría ocurrir- distinta de la desgracia efectivamente sucediendo? El breve relato descripto en el ejemplo, en el cual no te sientes lo suficientemente bueno para ser parte de un grupo, describe un tipo de ansiedad que es común a muchas personas. Incluso si no es algo que te preocupe, pretendamos que lo es, sólo para usarlo como ejemplo. Suponemos que, cuando pensaste acerca de estar en el almuerzo, preguntándote si a tus compañeros les caes bien o mal, trajo algunos de los síntomas típicos de ansiedad: pensamientos rápidos, ritmo cardíaco acelerado, sudor en tu frente o en las palmas de tus manos. Pero cuando Bernarda dijo su línea, la sensación de la situación cambió con bastante rapidez, ¿no es verdad? En lugar de preocuparte por si tus compañeros te aprecian o no, recibiste el mensaje, fuerte y claramente. Se fue el sentido de inquietud, de incertidumbre, de duda persistente. O, si persistió alguna ansiedad, nota si en realidad no estaba conectada a cosas del pasado similares a la situación o bien a preocupaciones acerca de qué pasaría en el futuro luego de ello.
Más importante aún: la ambigüedad asociada con la situación se desvaneció. La ansiedad se esfumó rápidamente, para ser remplazada, según tu predisposición, con ira o con un sentimiento de dolor profundo. ¡Bernarda es una imbécil! ¿Quién le dice ese tipo de cosas a las personas? Si te encontraras en esa situación, podrías discutir, escabullirte o, como mínimo, quedarte estupefacto. En cualquier caso, es bastante probable que te sentirías y comportarías de manera muy distinta al preocuparte respecto al evento que si estuvieras en el medio de él, mientras sucede.